El modo A o modo de prioridad de apertura es la forma en que debemos hacer nuestras fotos cuando la profundidad de campo sea una de nuestras prioridades. Este podría ser el resumen del post pero, por supuesto, vamos a explicar cada caso de forma detallada. Cuando utilizamos el modo A, el dial principal de nuestra cámara abre o cierra el diafragma permitiendo una mayor o menor entrada de luz. A partir de ahí, cuanta más luz entre, menor tiempo de exposición necesitaremos. En este modo de utilización de la cámara, será el fotómetro interno el que calcule esta velocidad de obturación y la aplique de forma automática.
El modo A para retratos
Utilizar el modo de prioridad de apertura cuando vamos a realizar fotografía de retrato nos servirá para controlar la profundidad de campo. Uno de los secretos de un buen retrato es que el sujeto quede bien definido. Podemos conseguir esto o bien aislándolo del entorno o bien utilizando un entorno que adorne y complemente al sujeto. Para conseguir esto, la profundidad de campo es la mejor herramienta.
Aislar el sujeto del fondo con una apertura mayor
Si queremos centralizar la atención del espectador en nuestro sujeto mediante la técnica de aislarle del fondo, una apertura grande (un número f bajo) nos ayudará a conseguirlo. Cuanto menor sea el numero f de nuestra apertura, más se abre el diafragma y menor es la profundidad de campo.

Para conseguir los mejores resultados con esta técnica es recomendable utilizar objetivos rápidos o luminosos. Se llaman así, no porque emitan luz ni nada parecido, sino porque permiten aumentar la velocidad de obturación (rápidos) y porque permiten que entre más luz a través del objetivo (luminosos).
Conviene tener cuidado con esta técnica ya que podemos llegar a reducir demasiado la profundidad de campo y el resultado podría tener partes desenfocadas sin que lo queramos. No queda demasiado bien en un retrato que no sea frontal, que un ojo esté enfocado y el otro fuera de foco.
Integrar el sujeto con el fondo con una apertura menor
Otra forma de afrontar un retrato es mediante la integración con el entorno. Un buen ambiente puede ayudar a definir la personalidad del sujeto o sencillamente puede ser bonito y no desviar la atención del espectador. Si queremos conseguir esto, el modo A de prioridad de apertura nos permitirá conseguirlo. Para ello debemos cerrar un poco el diafragma (yo acostumbro a hacerlo entre f9 y f11). Cada objetivo tiene su propio punto dulce pero suele estar en torno a esas aperturas. El punto dulce es la apertura a la que un objetivo consigue la mejor nitidez. A partir de él, una apertura menor puede provocar algo de difracción y la nitidez se resiente.

El modo A para retratos con poca luz
El modo de prioridad de apertura permite abrir el diafragma cuando las condiciones son de poca luz. De esa forma se facilita la entrada de la máxima cantidad de luz, eso si, a costa de reducir la profundidad de campo. Esto quiere decir que en fotos de grupo esta técnica puede ser algo complicada porque esa escasez de profundidad de campo puede ser crucial si el plano en el que se encuentran no es el mismo.

El modo A para paisajes
La profundidad de campo también puede ser crucial en la fotografía de paisajes. Y es que habitualmente en la fotografía de paisajes lo más importante es conseguir la mayor profundidad de campo. para ello podemos hacer varias cosas. La primera es elegir una focal corta que al mismo tiempo que nos permitirá capturar un ángulo mayor de imagen nos facilitará aumentar la distancia focal. La segunda es cerrar un poco el diafragma (como hemos comentado conviene conocer el punto dulce de cada objetivo). La tercera es calcular la hiperfocal y enfocar teniendo la en cuenta. En cualquier caso, el uso del modo de prioridad de apertura (modo A) es ideal para estas ocasiones.
