Uno de los usos que podemos dar a las ráfagas de nuestra cámara (además de los comentados en la primera y segunda parte de este artículo) es el de simular largas exposiciones. Si tenemos un trípode podemos crear efectos de aguas sedosas, lagos de cristal, etc. Pero sin trípode es realmente complicado hacerlo. Para explicar la técnica y no repetirnos voy a aprovechar para comentar un problema que nos puede surgir y que es más común de lo que se piensa.
Problemas con Photomerge en Photoshop
Ya vimos que la técnica de fusionar imágenes con Photoshop pasaba por crear un panorama en Photomerge. Así, de forma automática la aplicación nos crea un fichero con todas las capas alineadas para que sólo nos falte modificar la opacidad de cada una y conseguir el resultado. Pues bien, Photomerge es una de las partes de Photoshop que más problemas puede darnos. Es muy frustrante después de haber practicado una técnica docenas de veces, ver como haciendo lo mismo no conseguimos que funcione. Y es que con demasiada frecuencia, Photomerge no nos muestra nada una vez terminado el proceso de alineación de las capas. Sencillamente se queda como si no hubieramos comenzado el proceso.
Si nos pasa esto podemos dedicar horas a vaciar disco duro, a analizar que aplicaciones están consumiendo nuestra RAM, reducir el tamaño de nuestras imágenes, arrancar PS pulsando cmd+alt+shift, y seguramente no conseguiremos ningún resultado. Sin embargo hay un truco con el que conseguiremos que Photoshop fusione nuestras imágenes en una panorámica utilizando las imágenes originales a su tamaño correcto e incluso a 16 bits.
El truco es tan sencillo como abrir todas las imágenes en PS y una vez abiertas comenzar el proceso de automatización (Automatizar>Photomerge). En la ventana de selección de imágenes, en lugar de buscarlas en Finder pulsamos en Añadir archivos abiertos y con eso estará solucionado el problema. A partir de ahí el proceso ya lo conocéis de los capítulos anteriores.