Entre los filtros que ofrecen la mayoría de aplicaciones, el de máscara de desenfoque es uno de los más útiles y al mismo tiempo de los más desconocidos (o por lo menos su funcionamiento). Lo primero que hay que decir es que, aunque en algunas versiones de aplicaciones en español lo llaman máscara de enfoque, el nombre original es máscara de desenfoque. Y es que se trata de una técnica heredada de la fotografía analógica en la cual se creaba una máscara ligeramente desenfocada para posteriormente utilizarla para aumentar el contraste de los bordes de forma artificial. En su afán por aportar palabras «positivas», y teniendo en cuenta que el filtro en cuestión sirve para crear efecto de mayor nitidez o enfoque, algún «chico listo» cambió desenfoque por enfoque.

Como ya hemos dicho, se trata de uno de los filtros o efectos más comunes en aplicaciones de fotografía y, de hecho prácticamente todas (me cuesta decir todas por miedo a equivocarme), las aplicaciones de revelado incluyen como parte de sus opciones de enfoque los controles de máscara de desenfoque.

Hay que decir es que aunque este tipo de filtro o efecto sirve para generar la impresión de mayor nitidez pero que, en cualquier caso, se trata de una sensación ya que la nitidez es la que nuestro equipo haya capturado. Ni un poco más. Lo que sucede es que a base de aumentar contrastes donde se puede, se consigue un efecto de aumento de nitidez o enfoque.

Para entender el funcionamiento vamos a trabajar con la siguiente imagen. No se trata de una foto pero nos ayudará a explicar los conceptos.

original máscara de desenfoque
En ella apreciamos un degradado que termina en un extremo ligeramente desenfocado. La forma de hacerlo ha sido creando el degradado a un tamaño y luego ampliando la imagen al doble del tamaño original. Seguro que os suena. Seguro que alguna vez, al ampliar una foto os habéis encontrado con que perdía nitidez. Es inevitable.
Ahora imaginemos que aumentamos el contraste de forma radical para conseguir el el límite entre el blanco y el negro quede «enfocado». El resultado sería este.
alto contraste
Como vemos, efectivamente la línea recta ha ganado mucho en nitidez. Sería una excelente solución si no fuera porque se ha estropeado por el camino el degradado y sus matices. Si esto en un degradado gris es un inconveniente, en una foto puede significar tirarla directamente a la basura. Ahora bien, imaginemos que antes de aplicar ese ajuste de contraste creásemos una selección (o máscara, de ahí el bonito nombre) en la que sólo seleccionáramos el límite entre el negro y el blanco. Algo así.
MASCARA HECHA
¿Y si una vez hecha la selección aplicásemos ese contraste que antes nos estropeaba la foto? Si dejásemos esa selección como está, posiblemente se verían halos negros por la parte superior pero para eso tenemos la posibilidad de hacer la selección más estrecha. Y ahí es donde damos el salto y nos vamos a los controles del filtro de máscara de desenfoque.
opciones mascara desenfoque
La forma en la que utilizo este efecto (y no deja de ser una forma personal que no tiene que coincidir con la de otros) es la siguiente.
El radio. Lo primero que tengo que hacer es detectar el radio apropiado para mi foto. No todas las fotos tienen las mismas necesidades. El ancho de esa máscara (como la que hemos creado en el ejemplo) depende de lo enfocada que esté la foto y de el tamaño en píxels de la misma. De hecho, una misma foto, no necesitará los mismos valores si la trabajamos a dos tamaños distintos. Para averiguar cuál es el radio adecuado coloco el control de cantidad al máximo (de forma provisional) para poder comprobar cual es el radio adecuado. Deslizando el control de radio y con el de Cantidad a la derecha del todo, nos resultará más sencillo apreciar cuando llegamos al límite en el que se empiezan a crear halos. Lógicamente debemos evitar que se produzcan.
La cantidad. Como a estas alturas os podréis imaginar, el control de cantidad sirve para manejar la intensidad de ese contraste. Un exceso en el control de cantidad provocará la parición de artefactos en los bordes y en caso de trabajar con imágenes con compresión (JPG) exagerará el ruido de la misma.
El umbral. El control que resta es el de umbral. Con este control definimos la diferencia que tiene que haber entre dos pixeles para que los considere «a contrastar». Es decir, si lo dejamos en cero, el filtro tratará de aumentar el contraste entre todos los píxeles y sus vecinos con lo que conseguiremos un aumento del ruido. A medida que vamos aumentando el valor del umbral, apreciaremos como aumentan las zonas en las que la imagen queda como estaba y sólo se aplica el contaste en las zonas en las que realmente hay cambios de tono. Si lo llevamos hasta el máximo la tolerancia será demasiado alta y por tanto ningún pixel sufrirá cambio alguno.
Explicado así puede resultar algo confuso pero teniendo claros los conceptos de la explicación del principio y con la práctica se aprende deprisa a mejorar las fotos ligeramente desenfocadas o con la pérdida de nitidez que supone una ampliación.
En cualquier caso, no se trata de una solución para fotos completamente desenfocadas y como suele suceder con cualquier técnica, casi siempre, aplicada con mesura los resultados son mucho mejores.
Si te ha gustado este artículo compártelo en las redes sociales.
Puedes seguirme en Twitter: @contracox