Resulta curioso que precisamente los usuarios que más deberían saber sobre el balance de blancos son, habitualmente, los que menos importancia le dan. Y es que cuando trabajamos en formato RAW podemos rectificar o corregir dominantes de color pero si tomamos las fotografías en JPG, la cosa se complica bastante a la hora de arreglar una temperatura de color incorrecta.
La temperatura de la luz
Lo primero que debemos tener bien claro para gestionar bien el balance de blancos es lo que significa la temperatura de color de la luz. Y realmente es sencillo porque todos nos hemos fijado en la diferencia de color entre la luz que emita una vela o una hoguera, una bombilla o un tubo fluorescente. Los distintos tipos de luz tienen distinto color y por lo tanto afectan de forma distinta a nuestras fotos.
El mejor corrector de color
Cuando obtenemos fotografías con dominantes de color extremas debidas a la fuente de luz a menudo nos surge la duda de por qué obtenemos esa foto si nosotros no lo veíamos así. Y es que de forma completamente automática y transparente nuestro cerebro corrige muchos de los «errores» que nuestros ojos ven. Y es que la interpretación que hacemos de lo que visualizamos está tan condicionada por lo que vemos como por lo que sabemos. Y de esa forma, nuestro cerebro sabe que un papel blanco es blanco aunque esté iluminado con una luz amarillenta. Sin embargo la cámara no es tan lista. Y por lo tanto necesita nuestra ayuda para aplicar una corrección de color a nuestras fotos en función del color de la luz.
La ventaja del RAW
El formato RAW (como ya hemos dicho) utiliza toda la «potencia» de nuestro sensor y así puede guardar toda la información que éste captura. Para ello dedica mucha más información de los 8 bits por canal que guarda un JPG y así nos permite «jugar» en el revelado hasta conseguir la «mejor» temperatura de color. O mejor dicho la más apropiada para nuestra foto. O incluso mejor dicho… la que más nos guste o nos convenga en ese caso. Porque de hecho, elegir una temperatura de color u otra nos puede servir para expresarnos de una forma u otra. Conseguir un efecto y por lo tanto una reacción en el espectador u otra. En la siguiente foto de ejemplo podemos ver cómo el balance de blancos puede por si sólo conseguir dos fotografías muy distintas.
Trabajando en JPG
Sin embargo, si trabajamos en formato JPG será nuestra cámara la que aplique esa corrección de color. Y lo hará en función de los ajustes que nosotros pongamos respecto al balance de blancos. Si no sabes dónde hacerlo busca entre los botones o menús de tu cámara algún lugar donde ponga WB. Viene del inglés White Balance.
En ese selector podremos elegir entre distintas opciones:
AWB. Con las siglas de auto white balance, las cámaras nos ofrecen la posibilidad de dejar en sus manos el ajuste de color. Y en la mayoría de casos lo hacen bien. Una vez más hay que decir que si trabajamos en RAW esta es una buena elección ya que posteriormente podremos corregirlo. Sin embargo, en JPG los resultados de un balance de blancos automático no siempre serán los esperados. Y es que lo que hace la cámara es analizar el color general de la escena y ajustar para conseguir tonos neutros. Sin dominancia de ningún color. Ahora bien. Imaginemos una fotografía en el Gran Cañón del Coloreado. Las impresionantes paredes con tantos tonos de rojizos que tantas veces hemos visto en fotografías y películas. Cuando el ojo humano ve algo así, el cerebro se adapta para captar la mayor gama entre esos colores rojos. Es por ello que la mayoral de gente que ha visitado el Cañón vuelve diciendo que en fotografías no resulta tan bonito como al natural.
Ahora pongámonos en el lugar de una cámara que fotografía ese lugar. Hace un repaso previo antes de ajustar el balance de blancos y ¿qué es lo que se encuentra? Que claramente hay una dominante de color. Entre el azul del cielo y el rojo del suelo y paredes la conclusión que obtiene es que la fotografía tiene una dominante azulada y rojiza. Y tratará de compensara. ¿Cómo? Compensando hacia los colores contrarios.
En la rueda de color podemos apreciar que entre los azules y los rojos se encuentra el magenta. Y en el lado opuesto de la rueda está el verde. Lo que hará nuestra cámara será añadir verde a nuestra foto hasta conseguir que la media de tonos no tenga esa dominante roja ni azul.
Resultado: Desastrosa fotografía en la que los cielos no serán azules, el suelo rojizo será de un tono mezcla entre rojo y verde (es decir marrón) que al mostrar a nuestros amigos no tendremos más remedio que explicar: «en realidad es mucho más espectacular». ¿Y por qué? Por no haber dedicado unos segundos a ajustar el balance de blancos correcto. Después de ir hasta allí, de pagar el viaje, de cargar con la cámara, de hacer decenas de fotos… resulta que no nos gusta como han quedado por no utilizar correctamente algo tan sencillo como el balance de blancos.
Sol, sombra, nublado, bombilla incandescente, tubo fluorescente, etc. Creo que explicar cómo o cuándo utilizar cada uno de estos ajustes de balance de blancos es algo excesivamente básico así que no voy a hacerlo. Sin embargo aquí hay un truco que puede gustar a más de uno. Y es que podemos utilizar el balance de blancos para jugar, experimenta e incluso para conseguir mejorar nuestras fotografías engañando a la cámara. Por ejemplo, si hacemos una fotografía de una puesta de sol, la temperatura de color real sería alguna entre la de «sol» y la de las «velas». Sin embargo si ponemos el ajuste de balance de blancos en «día nublado» conseguiremos tonos anaranjados mucho más intensos. Y si por el contrario en un día nublado ponemos ajustes de puesta de sol conseguiremos tonos azulados que pueden simular el efecto de «noche americana». Prueba a jugar un poco con ello y verás 😉
Visores electrónicos
Hablando de balance de blancos sería una pena no hablar de los visores electrónicos. Tanto en cámaras compactas, bridge o EVIL como en las Sony que incorporan este tipo de visor, dispondremos de una ventaja frente a otros modelos ya que podremos ver el resultado de esos ajuste de temperatura de color antes de hacer la foto.