trípodeUna de las preguntas más frecuentes que se hace un aficionado a la fotografía (no hablo de los profesionales) es cómo mejorar su equipo. Partiendo del supuesto de que con un equipo mejor espera hacer mejores fotos, surgen dudas sobre si actualizar el cuerpo, añadir objetivos, comprar accesorios o si otra marca les daría mejores resultados.
Sin embargo casi nunca se analiza con la la importancia que debe (o al menos la que yo le doy) a mejorar nuestras fotografías mediante el aprendizaje. Ya sea mediante un conocimiento mejor de las características de nuestra cámara, de los conceptos de fotografía o incluso del conocimiento del software con el que trabajemos nuestras imágenes.
En este caso me gustaría destacar dos de las características que nos ofrece Lightroom. La reducción de ruido y la eliminación de aberraciones cromáticas. Y me gustaría destacar esas dos cualidades porque pienso que justifican por si solas todo el precio de una aplicación como Lightroom. Voy a explicar por qué.
Cuando compramos una cámara, una de las principales características que miramos (si sabemos un poco de fotografía) es el tamaño del sensor, la resolución en megapixeles y la respuesta de ruido a ISOs altos. No voy a hablar hoy de la relación que existe entre el número de pixeles del sensor, el tamaño de estos y el ruido pero hay algo en lo que todos estaremos de acuerdo: cuanto menos ruido genere nuestro sensor, más satisfechos estaremos. Cada vez que se presentan modelos nuevos de cámaras, los niveles máximos de sensibilidad ISO son más elevados y aunque las fotos hechas con el ISO en su máximo valor nunca son aprovechables, el límite en el que comienzan a serlo también es cada vez mayor. Recuerdo hace unos pocos años cuando una cámara de la que se pudieran aprovechar las fotos tomadas a ISO 800 era una verdadera maravilla. Hoy en día, una compacta normaliza ya alcanza ese nivel y cualquier DSLR de las nuevas permite aprovechar sus fotos hechas a 1600 o incluso a 3200 ISO.
Sin embargo sigue siendo una obsesión el poder hacer cada vez fotografías con ISOs superiores intentando que no nos las estropee el ruido. Y ahí es a donde yo quería llegar. En el procesado de Lightroom tenemos unos controles de reducción de ruido que con suma facilidad de uso nos permiten recuperar fotografías cuyo ruido las convertía en inutilizables.
Para verlo con un ejemplo vamos a analizar un recorte de una imagen tomada con ISO800 con una apertura f6,3 y una velocidad de 1/8 de segundo. Se trata de un bodegón y por lo tanto con el uso de un trípode nos hemos podido permitir esa velocidad a pesar de tratarse de una distancia focal de 50mm.
Sin embargo, si por las circunstancias de la foto no pudiéramos disparar a esa velocidad de obturación tendríamos que subir el ISO. En este caso hemos probado a subirlo hasta los 6400 para conseguir una velocidad de obturación (a igualdad de apertura) de 1/50 de segundo. El resultado tiene mucho más ruido.
La fotografía tomada con una Sony a77 a 6400 ISO tiene bastante ruido. Efectivamente. Posiblemente si trabajásemos con una cámara más moderna o de una gama superior (y por lo tanto más cara) conseguiríamos un mejor resultado en cuanto a ruido. Sin embargo, tras el procesado con Lightroom podemos mejorar mucho el resultado.
El resultado es sin lugar a dudas mucho más aprovechable. Y el coste de una aplicación así no llega a los 150€ (no llega a los 80€ si somos estudiantes o profesores). Ese precio lo superamos prácticamente en cuanto decidamos comprar un objetivo incluso de los más baratos y desde luego, el precio de una cámara que nos permita hacer fotos a 6400 ISO con el nivel de ruido que hemos conseguido tras el procesado no bajaría de los miles de euros.
Exactamente igual pero con relación a los objetivos es el caso de las aberraciones cromáticas. Uno de los factores que más diferencian a los objetivos más caros de los más asequibles es la cantidad de aberraciones que producen. Por si no lo sabes, las aberraciones son esas franjas de color que aparecen en los lugares en los que hay mucho contraste o límites entre blancos y negros. Lightroom incluye también entre sus herramientas de revelado unos controles para la eliminación de estas aberraciones.
Pues bien, con el uso correcto de ese panel podemos rectificar nuestras fotos sin afectar a su nitidez y eliminando de forma increíble esos defectos.
La diferencia de precio entre un objetivo que crea esas aberraciones y otro que no las crea puede llegar a ser de hasta diez veces. Es cierto que esos objetivos más caros, lo son porque además de no producir aberraciones también proporcionan mayor nitidez, más luminosidad, mejor construcción y mejor sistema de enfoque pero en cualquier caso nuestros objetivos corrientitos podrán darnos muchas más satisfacciones si aprendemos como procesar adecuadamente nuestras fotos.
Con todo esto no quiero decir que no merezca la pena mejorar nuestros equipos cuando la economía nos lo permite pero si creo que a menudo no nos damos cuenta de todo el rendimiento que podemos obtener con los equipos que tenemos si dedicamos nuestro esfuerzo a aprender a exprimirlos al 100%.