Me hace un amigo una consulta sobre Lightroom que me sirve para escribir un post sobre el tema.
Hace unos meses le di unas clases de Lightroom 5 y él recordaba que le hablé de las previsualizaciones inteligentes y de cómo le podían ayudar a él de forma práctica en su trabajo.
La situación es la siguiente. Ha realizado un trabajo fotográfico y su cliente quiere que el procesado lo haga un tercero. No es muy común pero es un gran ejemplo de esta función que (en mi opinión) justifica por si sola la actualización a la versión 5 o incluso el cambio desde Aperture a Lightroom.
Lo que este amigo quiere es poder encargar el procesado a un tercero sin necesidad de enviar los ficheros RAW.
Con esto consigue dos cosas: En primer lugar un ahorro considerable en el tiempo de envío (estamos hablando de una enorme cantidad de RAWs de más de 30 Mb). Además, nos aseguramos de tener siempre el control sobre los ficheros que se publican de nuestras fotos.
El proceso es bien sencillo. Lo primero que debemos hacer es seleccionar las fotografías que queramos enviar a procesar. Una vez seleccionadas las exportamos como catálogo (Archivo>exportar coo catálogo).
En la ventana de diálogo que se nos muestra debemos dejar seleccionado el botón de Crear/Incluir previsualizaciones inteligentes y no seleccionar el de Exportar archivos de negativo.
De esta forma estaremos creando un catálogo nuevo con el que nuestro colaborador podrá trabajar todos los aspectos del revelado como si dispusiese de los RAWs originales. Podrá reencuadrar, asignar palabras clave, hacer todo tipo de ajustes de revelado y cuando tenga todo el trabajo terminado devolvernos la librería y ya en nuestro ordenador exportar los ficheros definitivos partiendo de esos ajustes y de los RAWs originales.
Exportar sin RAWs
Lightroom permite exportar ficheros a partir de librerías que no tengan los RAWs. Sin embargo lo hace con algún pero. Y ese pero es que el fichero exportado está creado a partir de la previsualización que no deja de ser un JPG comprimido (y bastante comprimido). Esto se puede considerar como una ventaja si nuestra prioridad es proteger nuestros originales de un posible uso sin nuestro consentimiento por parte de la persona que lo procese. Esa persona podrá exportar dicheros procesados pero nunca tendrán la calidad de los que nosotros podemos exportar.